lunes, 19 de junio de 2023

5 Lecciones que nadie me dijo sobre viajar.

5 Lecciones que nadie me dijo sobre viajar. ¡Calma! No voy a escribir sobre lo maravilloso que es viajar o inventar la historia de cómo alimentar a un niño en Africa me hizo descubrir el sentido de la vida. No, no complaceré la necesidad de ego que el 90% de las personas que viaja parece tener y por supuesto que no escribiré sobre cómo “llegué al nirvana y me volví más espiritual” mientras viajaba. Viajar, cómo cualquier camino que uno elije en la vida tiene altos y bajos, pros y contras. Sin embargo, haber agarrado mis cosas e irme de Chile hace 3 años fue una de las cosas más desafiantes/gratificadoras que he hecho. Aprendí sobre el mundo, las distintas culturas, sobre las personas y también sobre mí. Pero también descubrí que las lecciones no vienen de la manera que uno espera o en los momentos que uno las desea, con todo eso y más, viajar es siempre un gran aprendizaje. Estas son las lecciones que nunca esperé aprender mientras viajaba. Cuando llegué a Vancouver me quedé en un hostal porque quería conocer gente, escuchar historias, etc. En muchos casos fue así, pero la noche que más me marcó de ese periodo fue cuando decidí quedarme solo en la pieza del hostal. Mientras todos iban a un bar a tomar, jugar beer-pong y hacer cosas de mochileros yo decidí quedarme porque quería admirar que por fin estaba viajando como lo soñé por mucho tiempo. En ese momento me di cuenta que nunca había sentido soledad en esa magnitud, no se sentía habitual, era una soledad mental que me costó entender -¿por qué me siento solo si he conocido a 100 personas distintas? Sentir soledad en el lugar que hemos vivido toda nuestra vida es distinto porque es un sentimiento al cual estamos acostumbrados de una forma u otra. Mientras que estar en un lugar a miles de kilómetros de cualquier persona que formó parte de nuestra vida es una soledad melancólica, una soledad que forja la introspección y nos muestra otra faceta a la cual no todos estamos acostumbrados. Lección 1: Aprenderás un nuevo tipo de soledad. Ser conciente de que estamos solos nos afecta en un nivel muy profundo porque desafía algo tan humano como el instinto gregario. Ahí está el problema. Vivimos en un mundo que nos dice que estar acompañados es parte de quiénes somos como sociedad. ¿Pero si estamos inmersos siempre en ese pensamiento, en que momento nos miramos como individuos? Por eso esa soledad que sientes cuando viajas es el único momento en que podemos vernos de la misma forma que un pintor ve un cuadro años después, nos vemos desde afuera, sin filtros sociales o cargas emocionales, simplemente nosotros. Un par de semanas viajando y aprendí que ese tipo de soledad nos ayuda a entender mejor quiénes somos, porque nos da perspectiva sobre lo que queremos lograr, y ¡ey! nunca estamos más solos que a miles de kilómetros de lo que fue nuestro hogar desde que tenemos uso de razón. Este fue el gran primer aprendizaje que tuve mientras viajaba y me pegó como una cachetada que no esperaba para despertarme. Lección 2: La mentalidad es lo más importante cuando viajas, especialmente cuando no viajas. Ya sé, el título no tiene sentido, pero es porque lo que aprendes sobre tu mentalidad viajando se aplicá más que nunca cuando dejas de viajar. En marzo del 2016 estaba en la quiebra, tenía 40 dólares en el banco y no tenía dónde dormir. Pude haber colapsado, pude haber pedido ayuda a mi familia o pude haberme rendido. Pero mi mentalidad por sobre todo era la de vivir todas las experiencias que me pusiera ese viaje al máximo, eso hizo cambiar la forma en que enfrenté esta situación. Era técnicamente un vagabundo, pero era también una oportunidad única para mi de disfrutar un estilo de vida opuesto a lo que estaba acostumbrado. Con ese pensamiento inyectado en la cabeza empecé a resolver todo. Encontré trabajo en un restaurant y conseguí una pieza en un edificio de drogadictos, mi plan era quedarme ahí por un par de semanas y encontrar un mejor lugar, pero para mi sorpresa 4 meses después y siendo Director de Marketing de una empresa aún estaba viviendo en ese edificio por la simple razón de que me gustaba. Eso me abrió un mundo de posibilidades al pensar que una mala situación se puede cambiar solo teniendo la mentalidad adecuada. Ojo que no es “ve el lado positivo” por que creanme, estar sin un lugar para dormir y sin dinero es una sensación de mierda y no se le puede ver el lado positivo, pero si fue el momento ideal de decir “fuck it” y hacer lo que los humanos hacemos mejor, resolver problemas. Tampoco me importó decirle a quienes conocía “si, vivo en la calle de los adictos a la heroína y llevo una semana comiendo tallarines” y quizás tiene que ver con que me desprendí de lo que pensaban los demás y eso me ayudo a ver más opciones sin la cargar social y el sentimiento de ser juzgado. Y bueno, hablando de eso, mi siguiente punto. Lección 3: A nadie le interesa lo que haces y es la zorra. Todos los que viajan están ahí por razones distintas, cada persona está viviendo su propia versión de viajar y por eso existe una tolerancia al resto que me sacudió de forma brutal. Hay dos partes de esta lección, la primera es que después de viajar por un rato te das cuenta que nada de lo que haces afecta tanto a los demás. Como cuando escuché 17 en vez de 70 y tuve que pagar 70 dólares por un corte de pelo, o cuando anduve 2 horas en metro para llegar a un lugar que quedaba a 15 minutos caminando, o cuando jugué basquetbol solo para ser humillado por niños de 13 años. A nadie le importó y fue liberador por que entendí que todos viven su vida y yo soy quién decide cuánto me afecta cada cosa que me pasa. La segunda parte es que conoces gente que verás solo una vez en tu vida y a ellos no les interesa lo que haces. Conoces gente que serán amigos de por vida y a ellos no les interesa lo que haces y quizás conoces a alguien de quien te enamoras, a esa persona tampoco le interesa lo que haces. Esto es un sentimiento increíble. Nuestro concepto de que a alguien no le interese lo que hacemos es negativo porque depositamos en las personas un valor extra - si a “x” le importa lo que hago le importo yo como persona. Esto en muchos casos es perjudicial porque la visión que otros tienen de nosotros nos afecta e incluso hace que cambiemos nuestro comportamiento. Pero cuando viajamos conocemos gente a la que no les importa lo que hacemos porque no nos pueden juzgar, porque sin importar lo que pensamos de nosotros mismos, todo lo que somos para ellos es lo que ven y sienten en ese momento. Esto no significa que no le importas a las personas que conoces mientras viajas, de hecho es algo mucho mejor, les importas tú, no tu trabajo, no cuánto ganas, no si decides saltar de un puente o jugar videojuegos. Y derrepente sin darnos cuenta entendemos que ya no hay nadie a quien impresionar, nadie a quien complacer, nada de que avergonzarse, solo tú interactuando con el mundo. Lección 4: Te romperán y/o romperás un corazón. En agosto del 2016 fui a dejar a mi ex al aeropuerto para no verla nunca más. No porque hubo una gran pelea, no porque nos dejamos de amar, por una razón mucho peor… porque las visas expiran y debemos volver o seguir viajando. Esta es sin duda la lección que menos esperé aprender. En todos nosotros existe ese sueño de viajar y encontrar a alguien que nació al otro lado del mundo pero que por alguna razón aparece en nuetra vida. Es bonito, después de una vida de libros y películas sobre eso es inevitable pensarlo. La verdad es que el mundo no está hecho para ese tipo de parejas. Esa época del 2016 sin duda fue un periodo pésimo para mi y estuve con el corazón roto. Decidimos tener una relación a larga distancia porque parecía la respuesta lógica pero al mismo tiempo fue algo que trajo inseguridades y dolor a la relación. No me arrepiento de haberlo hecho porque hoy sé lo dificil que es tener una relación a larga distancia y me ayudó a entender el proceso, pero ¿Lo haría de nuevo? – lo dudo. Después de un par de años viajando me di cuenta que habían cosas en común entre todas las parejas de viajeros -algunas buenas, algunas malas; siempre sabes cuándo se acabarán las visas, te das cuenta la cantidad de personas que buscan a alguien para no estar solos (que hace sentido si recordamos la lección 1), vives un periodo de enamoramiento 10 veces más intenso, te das cuenta que todos son reemplazables, conoces mucha gente que te hace pensar “debería estar con esta persona” y finalmente te das cuenta de la regla de oro… cuando es la persona indicada, que cambien los planes de ambos no es una desición dificil de tomar. Leccion 5: La vida es corta por la mierda, prueba cosas nuevas. “Que lección más cliche, que imbecil más obvio…” lo sé, lo sé. Pero esta lección está acá porque lo que aprendí de “la vida es corta” es muy distinto a lo que pensé que iba a aprender. Nadie encuentra el nirvana, nadie encuentra el sentido a la vida y nadie cambia completamente cuando viaja, es es un hecho. Tendemos a pensar que esta es la meta de viajar, que esta es la mejor enseñanza, lógico, si estamos bombardeados de personas que dicen cómo viajar les ilumino el camino. Pero la verdad es otra, hay momentos increíbles y hay momentos donde no sabemos por qué decidimos viajar y queremos ver Netflix hasta quedarnos dormidos. Es la naturaleza humana, la vida es un carrusel y no podemos esperar estar en lo más alto siempre. Pero al viajar nos damos cuenta que todos están en busca de algo constantemente. Yo solía cuestionarme por qué a mis 31 años no tengo idea qué hacer con mi vida, hasta que descubrí que nadie sabe, todos estamos perdidos y la única verdad es que sin importar lo que hagamos la vida se siente corta. Para mi viajar no fue encontrarle el sentido a mi vida tanto como fue darme cuenta que a veces hay que hacer cosas sin pensarlo dos veces, hay que tomar decisiones tontas, hay que cagarla y por sobre todo parar, mirar hacía atrás y decir “jamás lo hubiera hecho si no fuera porque estoy viajando”. Esa vez que me acosté solo en la hostal en Vancouver jamás me imaginé que en algún momento de mi viaje iba a nadar con tiburones –le tengo pánico al oceano, o que iba a sentirme insignificante mirando la inmensidad del gran cañon, ver una tormenta en Fiji que destrozó ciudades o simplemente que iba a tener amigos de tantas partes del mundo. Por mucho tiempo pensé “que suerte tengo” pero no fue solo suerte, nunca lo es. Es una decisión.

domingo, 14 de marzo de 2010

DEL EGRESO A LA CESANTÍA.

Todo se fue a negro cuando supe que cerca de 10.000 Estudiantes egresan cada año de las distintas universidades e institutos de chile, eso es el equivalente a un estadio lleno de gente que busca trabajo.

¿Qué hare ahora? ¿Cómo un simple mortal que estudió en un lugar que está recién reconocido por el ministerio de educación y que escogió una carrera con tan incierto futuro como cine logrará obtener trabajo?

Hay carreras que por supuesto vienen con éxito asegurado, Ing. en minas por ejemplo, pero hay que mirar el lado bueno, todos los ingenieros en minas se quieren suicidar después de conocer Calama y hacer su práctica en Chuquicamata (si, ese es el lado bueno). Pero qué pasa con los que elegimos una carrera que nos gusta y no elegimos una carrera que nos sostendría económicamente?

Ese es un misterio que de haber sido resuelto habría dejado inútil este post, pero aquí dejo algunos pensamientos que me han venido a la cabeza luego de mis 3 primeros meses de cesantía. (Ojo que son pensamientos no consejos, si quieren consejos búsquenlos de alguien que si tiene trabajo)

Termine mi carrera en diciembre, ahora mi película de titulación esta en post-producción, pero luego de eso no tendré excusa para estar sin trabajo. La primera pregunta que se me vino a la mente fue ¿que debo hacer con respecto a todos esos trabajos esporádicos que me dejan un poco de plata y luego se desvanecen? Mi decisión fue radical, decidí no aceptar ningún otro trabajo que no representara cierta estabilidad en el tiempo y así mande por el caño todas aquellas asistencias de producción en spots publicitarios o series de televisión que duraban 2 semanas. Creo que estoy en el momento preciso para tomar esa decisión ya que de seguir con eso se me pasara el tiempo y jamás encontrare un trabajo estable (que oración más madura).

Para serles sincero yo tenía un plan maestro, en 3er y 4to año me rompí el culo esforcé mucho trabajando, entré a todos los proyectos que pude y trabajé en todos los lugares que tenían relación con mi carrera, el objetivo era sencillo, salir con un c.v impresionante y conseguir trabajo de inmediato. La mitad de objetivo se cumplió, si tengo un buen c.v pero eso no basta a la hora de buscar encontrar trabajo, también influyen las personas por supuesto y lo peor las propias decisiones.

No saber sinceramente si quiero trabajar para alguien o quiero el poco-probable-típico-sueño de crear una productora es lo que más retrasa, dado que si se opta por uno el otro se postergara. Creo que ese es el sueño de todos o la gran mayoría de los que optamos por una carrera pseudo-artística. Todos quieren tener sus propias galerías de arte, revistas de diseño y productoras audiovisuales y así el sobrepoblado mundo de las galerías/productoras/diseñadores indie sucumbe antes las medianas empresas.

El nuevo cine DSLR – La venganza de las cámaras fotográficas.


Recuerdo cuando con un tremendo esfuerzo me compre mi canon ae-1, una cámara análoga, duradera y fiel. Se cayó mil veces al piso, pero créanme que las baldosas sufrieron más que mi metálica y duradera amiga del 78. Esa cámara ya paso de moda, al igual que la mayoría de las cámaras digitales que conocemos.

Hace algún tiempo ya viene el boom de las cámaras DSLR, que básicamente son cámaras fotográficas réflex digitales. Las nuevas tecnologías y aplicaciones de estas cámaras las están llevando a un nivel completamente distinto y nuevo, la grabación de video HD. Recuerdo cuando me sorprendí hace algunos meses porque un amigo se compro una cámara digital que grababa para ese entonces en una excelente calidad (720p), mucho mejor que mi ordinaria casera cámara de video. Pero resulta que hace un tiempo ya han salido verdaderos mostros con la capacidad de grabar video en alta definición (1080p) con excelente control sobre la imagen y que sumado a la capacidad que tienen de cambiar los lentes logran una imagen excepcional, y ojo que el cambiar lentes es una tremenda ventaja que tiene estas cámaras fotográficas por sobre la mayoría de las cámaras de video.

No falta mucho para que estas cámaras remplacen a las pequeñas videocámaras de alta definición, que hace uno o dos años se perfilaban como la opción casera para la revolución HD. Sin embargo, sus costos aun están por sobre los US$1.500.

No paso mucho tiempo antes de que empresas como Zacuto empezaran a enfocar sus productos a estas cámaras, así es como ya podemos encontrar en el mercado distintos “grips” o gadgets que van desde “rigs” (que estabiliza la cámara para una grabación más fluida) hasta “dolly’s” electrónicos para hacer timelapses con movimiento.

Una de las mas nombradas y quizás la con mayor demanda es la CANON 5D MARK II de 21,3 mega pixeles y con un precio estimado de $ 1.700.000 (solo el cuerpo de la cámara)

Aquí un video que demuestra lo que son capaces de hacer estas pequeñas, híbridas y poderosas cámaras.